La uña de gato
En la
composición química de la uña de gato intervienen como principios activos los
alcaloides, los glicósidos del ácido quinóvico y los taninos, que se concentran
principalmente en la corteza de la liana y de la raíz. En 1989 se patentó en
Estados Unidos un estudio en el que se aislaban seis alcaloides de esta planta
por su acción positiva sobre el sistema inmunitario. Estos compuestos hacen de la Uncaria tormentosa un potente aliado para el
tratamiento de disfunciones derivadas de un sistema inmunitario débil. Sus
propiedades principales son las siguientes:
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Antiinflamatoria.
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Aumenta
la capacidad fagocitaria de los leucocitos, previniendo las infecciones.
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Posee
una acción inmunoestimulante muy útil en enfermedades en las que el fallo del
sistema inmunitario constituye un grave problema, como en el caso del sida.
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Inhibe
la proliferación celular anormal debido a su acción directa sobre diversas
polimerasas del ADN, por lo que es muy útil su uso paralelo en tratamientos de
quimioterapia y radioterapia.
Igual que otras
plantas de acción inmunoestimulante como el pau d’arco, la echinácea, el sello de
oro, el astrágalus y los hongos reinshi y shiitake, la uña de gato se utiliza
en medicina natural para tratar problemas de artritis, prostatitis, cistitis,
bursitis, gastritis y trastornos con inflamación, en la trombosis y como
coadyuvante en cáncer y sida. También se usa en herpes genital y herpes zóster,
alergias, asma y neurobronquitis, candidiasis sistémica o en alteraciones
gastrointestinales: diverticulitis, síndrome del intestino permeable, colitis y
desequilibrios de la flora. No es recomendable utilizarla en una enfermedad
autoinmune o si se toman inmunosupresores, por ejemplo, tras un trasplante.
Tampoco debe tomarse con fármacos para la presión sanguínea o anticoagulantes,
por su acción fluidificante de la sangre. Y no se aconseja ingerirla en caso de
embarazo -provoca contracciones uterinas- ni durante la lactancia, ya que lo:
compuestos amargos cambian el sabor de la leche materna y cortan su producción.
Dosis: La uña de
gato se suele vender en forma de cápsulas o comprimidos y también en extractos
o tinturas. Otra opción es ingerir la decocción de la corteza, raíz u hojas
secas. La dosis es de 200 a
500 mg al día o de 1 a
2 ml de tintura dos veces al día. En Infusión, dos o tres tazas al día de la
decocción (15 minutos) de una cucharadita de raíz seca por taza. Su contenido
en taninos puede producir molestias gástricas, por lo que no se aconseja la
infusión en personas con dispepsias. Estos efectos se evitan administrándola en
cápsulas o asociando a la tisana plantas protectoras de las mucosas como el
malvavisco.
Rosa
Guerrero
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