Depurar el organismo
Las dietas depurativas tienen el
objetivo de "limpiar" el organismo y eliminar las toxinas que se han
ido acumulando en él. Los órganos encargados de llevar a cabo esta función
depurativa son el hígado, los riñones, la piel y los pulmones. Para conseguir
una buena depuración del organismo se deben disminuir los tóxicos y favorecer
la función eliminadora del hígado y riñones principalmente.
¿Qué beneficios nos aporta una dieta
depurativa?
La
desintoxicación del organismo tiene como objetivo eliminar las toxinas
acumuladas para obtener una mayor energía y vitalidad. Además, favorece las
funciones digestiva, intestinal, hepática y renal, contribuyendo a la
prevención de ciertas patologías. Este tipo de alimentación, acompañada de un
estilo de vida saludable, entre otros beneficios, ayuda a mejorar la calidad
del sueño, así como al mantenimiento de unas cifras adecuadas de tensión
arterial, glucemia, colesterol y triglicéridos.
¿Cuándo debemos iniciar una dieta
depurativa?
Es
recomendable realizar una depuración en cada cambio de estación. Además,
resulta muy beneficioso "desintoxicar" el organismo siempre que se
desee comenzar un programa de pérdida de peso, puesto que ayuda al cuerpo a
prepararse y a estar más receptivo, obteniendo mejores resultados. Existen
diversos factores que también influyen en nuestra calidad de vida, como pueden
ser el estrés, el alcohol y el tabaco, la alimentación desequilibrada (con
exceso de grasas de origen animal), la falta de descanso o que éste no sea
reparador, el sedentarismo, etc. Un menú depurativo junto con un adecuado
cambio de hábitos puede ser un buen inicio en el camino hacia una vida más sana.
¿En qué consiste una dieta
depurativa?
Este tipo
de dietas se basan fundamentalmente en el consumo de abundantes frutas y
verduras, debido a su riqueza en agua, vitaminas, minerales, fibra y
sustancias antioxidantes. Su función diurética ayuda al organismo a arrastrar
toxinas. Algunos de los alimentos que no deben faltar en esta dieta son: apio,
cebolla, espárragos, perejil, berros, alcachofas, calabacín, piña, uvas,
cítricos, ciruelas, manzana, cerezas, pera y granada.
Las
legumbres y los cereales integrales también deben incluirse dentro de una
alimentación depurativa. Asimismo, las bebidas vegetales pueden ser una opción
muy recomendable. Se aconseja consumir productos frescos, de temporada y
preferiblemente ecológicos, limitando los alimentos de origen animal, productos
lácteos, procesados o con muchos aditivos y en conserva. Dependiendo de la
época del año, si hace más calor o más frío, se aconseja variar su preparación,
tomándolos en crudo o cocinados (en frío o en caliente).
¿Qué precauciones deben mantenerse?
Debido a
que las dietas depurativas suelen ser muy restrictivas y de bajo contenido
calórico, no deben prolongarse durante muchos días. En general, se recomienda
no realizarlas durante más de tres días si no es bajo la supervisión de un
especialista. Los niños y las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia no deben
seguir este tipo de dietas, puesto que sus requerimientos nutricionales deben
ser cubiertos de forma más rigurosa. Si durante esos días se realiza ejercicio
físico, éste debe ser de baja intensidad (caminar de forma suave,
estiramientos, yoga, etc.), ya que de lo contrario, se puede sentir fatiga o
bajada de la presión arterial.
No olvides...
Para una
adecuada depuración del organismo, es importante beber muchos líquidos en forma
de agua, zumos o infusiones, evitar el alcohol, el café, los refrescos y el
tabaco, descansar lo suficiente y evitar el estrés.
Tribuna de la
Salud, nº 27.
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