Salvado de avena


La fibra es un componente de ciertos alimentos comestibles que sirve para darles forma y volumen. Una de las principales características de la fibra es que no se digiere en el tubo digestivo humano, retiene agua, dificulta la absorción de colesterol y aumenta el bolo fecal.

Hay dos tipos de fibra dietética: soluble e insolubre. La fibra soluble retiene el agua y se vuelve gel durante la digestión e igualmente retarda la digestión y la absorción de nutrientes desde el estómago y el intestino. Este tipo de fibra se encuentra en alimentos tales como el salvado de avena, la cebada, las nueces, las semillas, los guisantes y en algunas frutas y hortalizas.

El salvado de avena tiene un elevado contenido en fibra soluble, que contribuye de forma eficaz a reducir los niveles de colesterol en la sangre y regular la glucemia (ideal para los diabéticos). Cuando se digieren las grasas, las fibras solubles se pueden ligar al colesterol, provocando que se eliminen como residuo en lugar de ser absorbidas. Asímismo, ingerido antes de las comidas posee efecto saciante, reduciendo el apetito. Por lo tanto, puede ser útil en dietas de control de peso.

En el año 1992 un equipo de investigadores revisó todos los productos publicados hasta la fecha y llegaron a la conclusión de que la fibra soluble de la avena producía un efecto reductor sobre los niveles de colesterol en la sangre. Se concluyó que el consumo diario de unos 3 gramos de fibra soluble de avena reducía el colesterol sanguíneo en unos 5,9 mg/dL en personas con niveles normales de colesterol y en 18,6 mg/dL en aquellas personas con hipercolesterolemia.


El salvado de avena puede ayudar a:
- Impedir el estreñimiento.
- Reducir el colesterol.
- Disminuir el riesgo de contraer cáncer colorectal.
- Control de peso al reducir el apetito.
- Evitar y tratar la diverticulosis.
- Combatir las hemorroides.
- Impedir la formación de cálculos biliares.
- Controlar los niveles de glucosa sanguínea en pacientes diabéticos.


Cantidad que recomiendan los expertos: 3 gramos al día con abundante agua o líquido, repartidos a lo largo del día (1 gramo antes de cada comida, por ejemplo).

Importante: Señalar que para obtener los beneficios de la fibra dietética se deben tomar suficientes líquidos (agua, sopas, zumos, etc...); al menos dos litros al día para permitir que se efectúen de forma adecuada los movimientos intestinales. También es importante resaltar que tratándose de la fibra de un cereal es imprescindible que el producto proceda de la agricultura ecológica.

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