Trucos naturales para el hogar



Quitar manchas de moho de la ropa

Si la humedad afecta a los armarios, es probable que aparezcan manchas de hu­medad en la ropa que resulten muy resis­tentes a los detergentes. Convencional­mente, se utilizan medios agresivos como el cloro, el amoníaco o la lejía, pero exis­ten alternativas naturales y menos conta­minantes. Las prendas de seda se sumer­gen en leche durante unos minutos y se lavan después con agua tibia y jabón. La mancha en la ropa de algodón puede tra­tarse con una mezcla de vinagre y bicar­bonato sódico, lavando a continuación como de costumbre. También se puede probar a sumergirla en leche durante al menos dos horas o, si es una prenda de­licada, a mojar la mancha en agua oxi­genada. Si la pieza es de cuero, frotar con disolvente de esencia de cítricos.

Champú más Suave con jojoba

Un producto natural para la higiene del cabello se puede mejorar añadiéndole unas gotas de aceite de jojoba antes de aplicarlo en cada lavado. El resultado es un cabello más suave y con un aspecto sa­no. La jojoba tiene un efecto regenerador que ayuda a que el pelo se recupere de las agresiones del calor, la sequedad, el sol, el agua de mar y la contaminación. Para po­tenciar aún más los efectos, podemos aña­dir unas gotas de aceite de rosa mosqueta o de almendras dulces a la crema suavi­zante, enjuagando después como de cos­tumbre. Quienes necesiten una hidrata­ción extra del cabello pueden separar la melena en mechas y aplicar en cada una de ellas unas gotas de aceite de almendras dulces, yema de huevo y ron. Envolvemos el cabello en una toalla y un gorro de ba­ño y pasamos la noche así. Por la mañana, lo enjuagamos con agua abundante.

Cuidado natural del mimbre

Para que los muebles de este material se mantengan en perfecto estado, deben humedecerse de vez en cuando con una esponja o un vaporizador. Para lavarlos, utilizamos un cepillo suave de cerda larga y los dejamos secar al sol. Si que­remos impedir que los muebles de mim­bre tomen un color amarillento, pode­mos tratarlos periódicamente con una solución de agua tibia y bicarbonato. Esperamos que se sequen y después pasamos un paño para eliminar la hume­dad. Otra opción es aplicarles una mez­cla de aceite de oliva y vinagre o frotar­los enérgicamente con medio limón, ya que les proporciona mucho brillo. Los enseres de mimbre ya deteriorado se pueden colorear con una pintura al agua, aplicada con pistola.

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