Salvia
Los griegos consideraron la salvia
como planta sagrada por sus abundantes atributos. Se la identificaba con el
bienestar, sobre todo con el femenino. Este arbusto de hojas verdes y flor
violeta es provechoso en su totalidad, de sus hojas y flores se extraen
esencias que podemos utilizar a modo de medicación natural y en nuestra cocina.
La salvia
es de origen europeo, aunque en todo el mundo existen diferentes variedades de
esta misma planta, entre sus componentes comunes encontramos: aceite
esencial, glucosa, vitaminas B y C, flavonoides, bactericidas, enzimas y
potasio que hacen de ella un potentísimo medicamento natural. La salvia ha sido
considerada desde la antigüedad como un excelente regulador hormonal. Su aceite
esencial ha sido utilizado durante siglos en perfumes y esencias con fines
afrodisíacos.
Actualmente
se recomienda su uso a mujeres que necesitan controlar una menstruación irregular
debido a que contiene, entre sus principios activos, un pequeño porcentaje de
fitoestrógenos. Rebaja ligeramente los dolores menstruales, y facilita el
vaciado, aliviando los síntomas colaterales que origina, como dolores de cabeza,
de estómago, retención de líquidos e irritabilidad general. Gracias a ello, es
también utilizada para atenuar los efectos de la menopausia (sofocos, náuseas,
vértigos, golpes de calor, sudoraciones nocturnas, dolores de cabeza...) Es una
buena alternativa a tratamientos de sustitución hormonal a base de estrógenos
sintéticos, que pueden ser peligrosos.
Extraído de: Dieta Sana, n° 79, Abril 2014
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