La maternidad es una experiencia llena de cambios, no sólo en los hábitos de la vida o la pareja, sino también cambios físicos y psicológicos que afectan especialmente a la mujer. Desde el embarazo, pasando por el parto, hasta la lactancia, el cuerpo va adaptándose a lo largo de todo el proceso. Una buena alimentación y una dieta equilibrada, junto a una actividad física adaptada a cada momento, son las claves para volver a ser la de antes. Y es que uno de los mayores temores de esas mujeres que piensan en ser madres o acaban de serlo, es el miedo a engordar o a perder la figura. De hecho, durante el embarazo se forman gran cantidad de nuevos tejidos, lo que implica un aumento progresivo de peso, que varía de 9,5 a 12,5 kg, siendo mayor el aumento de peso a partir de la semana 20. Es obvio que han de producirse ciertos cambios a nivel físico, pero ser madre no ha de ser sinónimo de "echarse a perder". En este artículo te damos algunas ideas para que no tengas que preocupar...