Remedios caseros con miel

 Antiguamente, a la miel se la consideraba una ambrosía, es decir, un alimento destinado a los dioses. Y se creía que era el secreto de la eterna juventud. Y es que pocos productos resultan tan completos y nutritivos. La sabiduría popular conoce infinidad de eficaces remedios con este valioso ingrediente.



Manchas en la piel. El exceso de sol y la edad son los factores que más influyen en la aparición de manchas en la piel. Las mujeres de los pueblos, acostumbradas a sufrir este problema estético ya sabían cómo combatirlo. Una antigua receta asegura que machacando un puñado de berros hervidos y añadiéndoles tres cucharadas de miel se obtiene una excelente mascarilla para borrar las manchas.

Para que resulte eficaz, hay que aplicarla sobre la piel durante un cuarto de hora. El mejor momento para hacerlo es por la noche, antes de acostarse.

Labios resecos. La piel de los labios es muy delicada y tanto el frío del invierno como el sol del verano la reseca y agrieta. Para hidratarla, aplícate miel a diario. Además de suavizar tus labios, les dará un brillo natural muy atractivo.

Asados espectaculares. Para que el pollo o cualquier trozo de carne asada tenga un aspecto impresionante, cubre su superficie con una capa de miel. Además de mejorar su presentación, conseguirás que la carne tome un sabor muy especial.

Irritaciones de bebés. Los bebés tienen la piel muy sensible. Cuando todavía no existían las cremas hidratantes que hay ahora, las madres tenían un remedio infalible contra las típicas irritaciones del pañal. Realiza una infusión de manzanilla. Cuando se enfríe, añade poco a poco la infusión a una mezcla de una cucharada de aceite de oliva y otra de miel. Remueve bien y aplica directamente sobre las zonas afectadas.

Contra el mareo. Si tienes previsto viajar en coche y eres propenso a los mareos, tómate una cucharada de miel poco antes de partir y otra en cuanto te sientes en el vehículo. Así podrás disfrutar más de un buen viaje.

Doloroso reuma. Si el reuma no te deja vivir, toma tres cucharadas de miel diarias. Una en ayunas, otra a media mañana y la tercera a media tarde.

Nervios a flor de piel. La miel resulta un sedante suave. Si estás nervioso o sufres estrés endulza tus postres e infusiones con ella. Tomar flores de azahar, hipérico, tila o melisa con una cucharadita de miel es una tisana excelente para combatir el insomnio nervioso.



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