Cómo medir el déficit de minerales

Los oligoelementos son indispensables para llevar a cabo las reacciones bioquímicas de la vida. Para medir sus carencias se pueden analizar distintas partes del cuerpo.


UÑAS: Las uñas son capaces de reflejar trastornos de salud en otras zonas del organismo. Por esta razón hay que estar atentos a sus posibles cambios morfológicos. Para estudiar su estado hay que cortar y analizar un fragmento que sobresalga. Como la uña tarda de 5 a 6 meses en llegar desde su origen al borde del dedo, nos puede indicar el estado de minerales, tal y como era esos meses atrás y también sus modificaciones posteriores.

SANGRE: Los análisis de sangre reflejan la cantidad de oligoelementos en el momento de la extracción. Hay que tener en cuenta, por otra parte, las variaciones debidas a la alimentación, el ejercicio físico, etc., que puedan modificar y alterar los resultados.

ORINA: Refleja únicamente el grado de eliminación de determinados minerales, que si es anormalmente elevado puede explicar el origen de una carencia o bien de un exceso que debe compensarse. Es uno de los análisis más sencillos de realizar y de diagnóstico más rápido.

CABELLO: El cabello es un filamento de naturaleza cornea con propiedades excretoras para los minerales, incluidos los tóxicos. El mineralograma del cabello es uno de los más precisos y es utilizado en la medicina legal para el diagnóstico y la localización de sustancias, ya que parte de ellas son absorbidas por el cabello. El cabello crece de media 1 cm al mes y, examinándolo de la raíz a la punta, indica una relación bastante precisa del estado mineral del organismo en los meses recientes.

Extraído de: Revista CuerpoMente, n° 263

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