Aceite de oliva y prevención cardiovascular
Una de las
principales características de la dieta mediterránea tradicional es el consumo de aceite de oliva. Gran parte
de las presumibles propiedades antiaterogénicas del aceite de oliva se
atribuyen a su alto contenido en ácido oleico. Sin embargo, en los últimos años
se han referido posibles efectos protectores adicionales de los polifenoles
presentes en el aceite de oliva virgen, pero no en el aceite de oliva refinado.
La concentración, de éstos y otros fitoquímicos en los aceites, depende gran
medida de los procesos de extracción a que sean sometidos.
El aceite de oliva virgen se obtiene a partir de la primera
prensada de las aceitunas y tiene un elevado contenido en antioxidantes
(tocoferoles, polifenoles y flavonoides) y fitosteroles. El aceite de oliva
refinado tiene menor capacidad antioxidante porque en los procesos de refinado
pierde su contenido en polifenoles, aunque su composición en ácidos grasos sea
similar al de oliva virgen Los fenoles del aceite de oliva virgen
(principalmente hidroxitirosol y tirosol) han demostrado una gran actividad
antioxidante y antiinflamatoria in vitro. Estudios cruzados, que han comparado
el aceite de oliva virgen con el refinado a dosis similares a las normalmente
utilizadas en la dieta mediterránea, han comprobado que el aceite de oliva
virgen aumenta la capacidad
antioxidante total del plasma y la resistencia a la oxidación de las partículas
de LDL-colesterol. En un gran estudio aleatorizado y cruzado, realizado en
Europa, se observó que los marcadores in vivo de oxidación lipídica y de las
partículas LDL disminuían en función del contenido
fenólico del aceite administrado. Se cree que el aceite de oliva virgen tiene
mayores propiedades beneficiosas sobre el sistema cardiovascular que el
refinado y que es importante diferenciar entre el tipo de aceite cuando se
analicen los posibles efectos del aceite de oliva sobre el riesgo vascular. En
un estudio de intervención con varones hipercolesterolémicos, una dieta
mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen mejoró más la función
endotelial que una dieta baja
en grasa. En otro estudio con pacientes hipertensos, el aceite de oliva virgen
disminuyó de forma significativa los requerimientos de medicación
antihipertensiva de estos sujetos.
Extraído de: Proyecto Predimed,
www.predimed.es
Altos niveles de consumo de aceite de
oliva se han asociado con un menor riesgo de enfermedad arterial coronaria
Diversos estudios han demostrado que la dieta mediterránea
puede proporcionar un efecto cardiovascular protector. La dieta mediterránea
se caracteriza por una alta ingesta de frutas, vegetales, cereales integrales,
pollo, pescado y aceite de oliva. Todos estos alimentos y sus componentes
contribuyen, de una u otra forma, a la reducción en el riesgo de enfermedad
cardiovascular. Los estudios demuestran que el aceite de oliva puede mejorar
el perfil lipídico, reducir la oxidación de las lipoproteínas LDL y mejorar la
función endotelial. Los autores de diferentes estudios concluyen que el consumo
elevado o exclusivo de aceite de oliva puede ser un valor nutricional
importante en los protocolos preventivos de enfermedad cardiovascular.
Fuente: www.herbalgram.org
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